Sí, ya sé que tus plantas no hablan. Pero si pudieran, te soltarían algo así como:
“¡Tío, baja la temperatura, que nos estamos achicharrando aquí dentro!”
Porque cuando llegan los calores, esas preciosas que mimaste durante semanas, que trataste mejor que a tus propias amistades, pueden empezar a pasarlo mal. Y no te van a dar una segunda oportunidad si no haces algo ya.
Así que si cultivas en indoor y ya estás notando que el termómetro empieza a burlarse de ti, este artículo te interesa. Mucho.
Lo que pasa cuando hace más calor del que deben aguantar
Como ya sabrás (o no) la temperatura ideal de un indoor se sitúa entre los 16 y los 25 grados centígrados. Esto son la mínima y la máxima ideales, claro.
Cuando la máxima empieza a subir de esos 25, durante varias horas al día, vas mal…
Veamos primero los síntomas sutiles de un exceso de calor en tus niñas:
- Los bordes de las hojas superiores se arquean hacia arriba, como si quisieran rezar por un milagro.
- El color verde se vuelve más claro… y no es por falta de nitrógeno.
- El crecimiento se ralentiza. Es como si tus plantas dijeran: “Hasta aquí, colega”.
Y luego vienen las consecuencias de un exceso de calor que se prolonga en el tiempo:
- Flores aireadas y fluffy (adiós a esos cogollos compactos que tanto esperabas).
- Disminución en la producción de resina, con la consecuente pérdida de potencia, olor y sabor.
- Las plagas que se cuelan en el armario proliferan como nunca.
Qué hacer para que no se te derrita la cosecha
No te preocupes. Aquí van las soluciones reales, sin rodeos ni tonterías.
- Programa las luces para que se enchufen por la noche. Con esto conseguirás reducir la temperatura máxima
- Pon el extractor y el filtro de carbón bien altos. Recuerda que el aire caliente suele acumularse en la parte de arriba. Si tu extractor está sacando el aire por abajo, estás perdiendo el tiempo
- Instala un intractor que meta aire desde un sitio fresco. Sí, mejor que el aire que entra venga de una habitación fresca que no de la calle, donde la temperatura puede ser más alta.
- Pon un ventilador que mueva el aire debajo de los focos. No lo pongas apuntando todo el rato a una planta como si fuese un secador. Lo que quieres es evitar puntos calientes.
- Baja la intensidad de luz si es necesario, o aumenta la distancia a las plantas. A veces no es culpa del clima, sino del foco que tienes metido a 10 cm del cogollo… animal!
- Usa productos antiestrés. Si quieres que tus plantas aguanten como campeonas, échales una mano con bioestimulantes que las protejan del calor. En Ebregrow te recomendamos añadir a la mezcla silicio, que refuerza la estructura celular y hace que la planta resista mejor el calor.
- Usa variedades resistentes. Algunas plantas son más robustas que otras y resisten mejor el exceso de temperatura. Skunk, Critical o Cheese son variedades adecuadas para trabajar con temperaturas más altas de lo recomendado.